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martes, 14 de diciembre de 2021

Fundamentos del Arte II. Características generales del Impresionismo.

IMPRESIONISMO


Denominamos Impresionismo al movimiento pictórico que surge en París en el último cuarto del siglo XIX. Nace como una evolución del Realismo y de la Escuela paisajística francesa del siglo XIX. Se aplica no sólo a la pintura sino también a la música y a la literatura. 
Podemos definirlo como un estilo que tiende a captar más la impresión sobre el ánimo que la copia de la realidad. Es más sensual e inmediato que intelectual.
Cronológicamente, el Impresionismo se fragua hacia la década de 1860 hasta 1880, pero la primera exposición del grupo impresionista fue en el año 1874 en el estudio fotográfico de Nadar en París. 
Los impresionistas consiguieron cambiar la visión del mundo, nos ofrecen una nueva visión de la realidad.
El nombre de Impresionismo procede de un cuadro de Monet titulado Impresión, sol naciente. En los primeros momentos se utilizaba el término impresionismo con carácter despectivo. Se asociaba con la idea de lo temporal, lo efímero, lo llamado a desaparecer (sol, luna, agua…). Podemos considerarla una tendencia pictórica más aristotélica que neoplatónica ya que busca más la imitación de la realidad que la creación.


El Impresionismo no es una escuela, ni un grupo que se uniera en torno a un manifiesto o programa concreto. Ningún interés de tipo ideológico o político unía a los impresionistas. No tenían un programa concreto aunque coincidían en:
*Su aversión por el arte académico.
*Desinterés total por el “tema”.
*Preferencia por el paisaje. 
*Trabajo al aire libre: plein air


Es el encuentro de varios artistas con unas actitudes y preocupaciones comunes. Trabajan los mismos asuntos, dentro de una tendencia realista, pero cada uno con su propio estilo.
Las pinturas impresionistas presentan un aspecto inacabado, lleno de soltura y aparente improvisación, más sensual e inmediato que intelectual.
No buscan representar temas transcendentales, espirituales o apasionantes como los románticos. Se centran en motivos de la vida burguesa: la ciudad, la noche, las excursiones campestres, los cafés, los teatros…
El Impresionismo refleja las transformaciones sociales y filosóficas de la sociedad de la época: por un lado, el florecimiento de la burguesía, por otro, la llegada del positivismo. La burguesía, como nuevo fenómeno social, trae sus propios usos y costumbres; unos afectan al campo, que deja de ser lugar de trabajo para convertirse en lugar de ocio: las excursiones campestres. Es el mundo retratado por Monet y Renoir.
La ciudad, por el contrario, se convierte en nuevo espacio para la nueva clase social: aparecen losflanneurs, paseantes ociosos que se lucen y asisten a conciertos en las calles y jardines de París. También cobra relevancia la noche y sus habitantes, los locales nocturnos, el paseo, las cantantes de cabaret, el ballet, los cafés y sus tertulias. 
Es un mundo fascinante, del cual los impresionistas extraen sus temas: en especial Degas o el postimpresionista Toulouse-Lautrec. Porque para ellos se han terminado los temas grandiosos del pasado. Para los impresionistas, por influencia del positivismo, cualquier objeto natural, visible, afectado por la luz y el color, es susceptible de ser representado artísticamente. El cuadro impresionista se vuelca pues en los paisajes, las regatas, las reuniones domingueras, etc.


La pintura impresionista se caracteriza, en líneas generales por:
*Captar el instante.
*La luz es la protagonista: los objetos sólo se ven en la medida en que la luz incide sobre ellos. La luz y sus efectos cambiantes son los verdaderos temas del cuadro. Un mismo tema es pintado repetidas veces a diferentes horas del día. Las formas y los objetos cambian en función de la intensidad de la luz. El cuadro es simplemente un efecto de luz.
*Coloración de las sombras: Desaparecen los contrastes de claroscuro, y el dibujo se extingue o se reduce. No utilizan prácticamente ni el blanco ni el negro porque no existen en la naturaleza. Emplean tonos puros, usan solo colores complementarios para indicar sombras.
*Pincelada suelta: prefieren la mancha pastosa y gruesa. Utilizan toques yuxtapuestos de colores para producir un efecto a cierta distancia. Generalmente no hay un dibujo que proceda al cuadro.
*Nueva valoración del espacio: se consigue con ángulos y encuadres mucho más atrevidos, Las figuras, a veces, no ocupan “el centro” del cuadro y están cortadas por los bordes del cuadro: se trata de un modo de ver próximo al del la fotografía. Suelen aparecer grandes diagonales.


En un principio, los impresionistas no tuvieron la apreciación del público. Pero pronto contaron con dos fuerzas sociales emergentes: la crítica de arte, que se encargará de encauzar el gusto del público; y los marchantes, los vendedores de arte, que colocan sus cuadros en las mejores colecciones del país. Las tertulias, los Salones extra-oficiales y el propio escándalo se convirtieron en vehículos propagandísticos del nuevo estilo. Al principio, la crítica de arte les acusaba de atacar las buenas costumbres artísticas, que no respetaban a los maestros, que sus pinturas no tenían “tema”, que les faltaba dibujo y que dejaban las obras sin terminar.


El Impresionismo cuenta con varias influencias en su configuración:
*los paisajistas del Realismo francés del siglo XIX (Escuela de Barbizon).
*el romántico inglés Turner.
*las referencias, especialmente de color y composición, del Siglo de Oro español (Velázquez sobre todo). También Goya con la lechera de Burdeos.
*las estampas japonesas, muy de moda en la época.
*el surgimiento de la fotografía. No está claro si la espontaneidad de la captación del momento la aprende el Impresionismo de la fotografía o, más bien, ésta es la alumna de aquél.

El resultado es una pintura amable, hedonista, alegre, frecuentemente de paisaje, llena de luz y color, con pinceladas muy cortas que a veces dejan entrever el blanco del lienzo. No son cuadros grandes puesto que responden a encargos privados. Están alejados de cualquier compromiso social (casi todos los impresionistas se fueron de vacaciones al campo o a Inglaterra durante la represión de los movimientos obreros de la década de 1880) y no tardaron en ser refrendados por una amplia aceptación social, de esta burguesía que se veía retratada en los lienzos impresionistas.


El Impresionismo ha sido uno de los movimientos pictóricos más valorados en toda la historia del arte. Algunas pinturas impresionistas han alcanzado precios estratosféricos en las subastas internacionales de arte y las exposiciones de sus obras suelen atraer a miles de espectadores. Ha sido clave en el desarrollo del arte posterior, especialmente del postimpresionismo y las vanguardias.
Los impresionistas se agruparon en torno a la figura de ÉDUARD MANET, el llamado “padre de los Impresionistas”, un gran artista incomprendido. Es el eslabón entre el Realismo y el Impresionismo pero no es plenamente impresionista. Los principales representantes de este movimiento pictórico son Monet, Renoir, Degas, Pizarro (de origen español), Sisley (de origen inglés), Berthe Morisot, Mary Cassat, etc.


Fundamentos del Arte II. Impresionismo.






El máximo interés de los impresionistas es la luz, pintar la luz y cómo ésta se refleja en los objetos. Lo que se pinta es el instante fugaz, porque la luz natural cambia constantemente. Para ello se recurre, aunque no siempre, al empleo de colores puros, confiando en que sea el ojo del espectador el que los mezcle, aplicando así la teoría de los colores recientemente planteada
La luz obliga a los impresionistas a salir a la calle, al campo, al mar, a pintar al aire libre (plenairismo), abandonando el estudio. Por eso en un catálogo general de estos artistas predominaria de forma absoluta el paisajismo. Habitualmente emplean una pincelada suelta y gruesa, con colores aplicados tal cual salen del bote de pintura, y rehuyen los claroscuros. Y como les interesa la fugacidad de las cosas, a veces las pintan varias veces (serialismo) para dejarnos una crónica de cómo la luz va cambiándolas constantemente.

Listado de obras y autores:

Manet (1832-1883)
Se sitúa a caballo entre el realismo y el Impresionismo. Muchos han clasificado su estilo como naturalista porque se basa en la observación de la realidad y su plasmación sin alteración alguna. Representa la vida tal cual, sin adorno ni metáfora. Por ello sus obras suscitan escándalos y polémicas
Obras: 
Desayuno en la hierba, 1863
Olimpia, 1863
Retrato Emile Zola, 1866
Bar Folies- Bergère, 1881-82

Monet (1840-1926)
Su máxima preocupación es plasmar la vibración cromático-lumínica en sus lienzos. La luz engendra el color y la forma. Sus temas preferidos son las marinas, las escenas fluviales y los paisajes. 
Obras:
Impresión, sol naciente., 1873
Estación de San Lázaro, 1877
La Catedral de Ruen, 1893
El Parlamento inglés, 1909
Nenúfares (serie) 1919-1923

Degas (1834-1917)
Es un impresionista más de la forma que del color. Es un hábil dibujante, le preocupó captar el movimiento con fidelidad, de ahí que desarrollara temas como las bailarinas y las carreras de caballos.
Obras: 

La clase de danza. 1874
Bebedores de absenta, 1876
Carreras, 

Renoir
En sus creaciones muestra la alegría de vivir, incluso cuando los protagonistas son trabajadores. Siempre son personajes que se divierten, en una naturaleza agradable. Trató temas de flores, escenas dulces de niños y mujeres y sobre todo el desnudo femenino
Obras: 
Moulin de la Galette, 1876
El almuerzo de los barqueros, 1880-81

Otros pintores del impresionismo: Sisley, Pisarro

Tan fiel como Monet a la técnica del Impresionismo se mantuvo Sisley (1839-1899), que fue exclusivamente un pintor paisajista y será Pisarro (1830- 1903), quien lleve hasta las últimas consecuencias el estudio de la luz y el color llegando al post-impresionismo y al puntillismo.

Los autores impresionistas no tenían conciencia de grupo, aunque todos reivindican la libertad a la hora de seleccionar el motivo pictórico, cada uno plasmará lo que ve. Es un arte íntimo arraigado en el sentimiento de la originalidad individual, que se inicia con las vivencias personales y con las experiencias en soledad.

A principios de 1880 estas diferencias estilísticas y las cuestiones personales comenzaron a agudizarse y el Impresionismo como movimiento de vanguardia acabó diluyéndose. De sus cenizas comenzaron a gestarse las propuestas de otros artistas que darán lugar al post-impresionismo y al neoimpresionismo.