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jueves, 29 de septiembre de 2016
Fundamentos del Arte II. El origen del graffiti
La costumbre de escribir, rayar, pintar o dibujar en las paredes de los edificios de las calles no es, como se cree habitualmente, un fenómeno moderno. Gracias a las excavaciones arqueológicas de las ciudades romanas, especialmente de Pompeya y Herculano, hemos recuperado muchos testimonios espontáneos sobre la vida política, social, amorosa
“Los grafitos, grabados con la punta de un cuchillo, un clavo o un trozo de madera afilado, eran realizados por todo tipo de gente (un tendero, un aprendiz, un esclavo, etc.), generalmente hombres, eso sí. Gracias a los graffiti, las voces de los antiguos habitantes de esas ciudades llegan hasta nosotros a través del tiempo, después de dos mil años de historia.”
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Sin embargo, los tituli pintados exigían toda una organización (pintura, escalera, linterna, calígrafo, etc.) y eran realizados por equipos especializados
“Los muros, por tanto, se convertían en un espacio de expresión popular, con pintadas y grafitos: sentimentales, sensuales, nostálgicos, humorísticos o sarcásticos. En ocasiones, el autor del mensaje expresa con sinceridad y melancolía que echa de menos a la persona amada (por ejemplo una mujer que se siente desamparada por la ausencia del marido soldado). Otras veces, los grafitos reflejan necesidades y ofertas sexuales explícitas, con frases directas, vulgares o escatológicas.” *
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