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martes, 21 de septiembre de 2021

Fundamentos del Arte II. E. Delacroix "La Libertad guiando al pueblo"

Archivo:La libertad guiando al pueblo (1830).jpg
La obra representa el levantamiento de los ciudadanos de Paris que tuvo lugar los días 27, 28 y 29 de julio de 1830. Es una de las revoluciones burguesas, que puso fin a la restaurada la monarquía borbónica de Carlos X,  siendo sustituido por Luis Felipe de Orleans más cercano a los burgueses liberales. 

La revuelta se inició el 27 de julio como protesta contra una serie de ordenanzas que restringían libertades ciudadanas. Jóvenes republicanos se pusieron al frente de la insurrección que levantaron barricadas. La revuelta rebasó las fronteras de Francia y dio lugar a levantamientos similares, de lucha contra los monarcas reaccionarios o de liberación nacional , en varios países europeos.

Según G. C. Argan nos encontramos ante el primer cuadro político de la pintura moderna, pues en su opinión la historia contemporánea es la lucha política por la libertad. Libertad que, según este mismo autor, estaba ligada indisolublemente en aquella época al concepto de Patria. De ahí que la figura central de la mujer, que es alegoría de la libertad, lo sea también de la nación. La lucha por la libertad y por la nación de dónde nacerá el nacionalismo,  es una temática recurrente de los artistas románticos. El mismo autor trata idéntico tema en otras obras como La matanza de Quíos que también refleja un episodio de la lucha del pueblo griego por su liberación del yugo turco

En el cuadro aparecen jóvenes, adultos, clase obrera, burgueses y soldados defendiendo a la Libertad (Francia) representada como una mujer empuñando un fusil de la época (rasgo realista).  Entre los muertos del primer plano (abajo, a la derecha del espectador) aparecen también soldados leales a Carlos X.

El personaje del sombrero es un burgués,  autorretrato de  Delacroix. En una carta fechada el 18 de octubre de 1830 escribió a su hermano: "He comenzado un cuadro de tema moderno, una barricada...y, si no he luchado por la patria, por lo menos pintaré para ella". Aunque, como era habitual en los románticos, Delacroix criticaba a la pequeña burguesía por su estrechez de miras, él mismo procedía de una familia de la alta burguesía y frecuentaba los salones y los ambientes de las altas esferas burguesas. Por otra parte, así como fue revolucionario en 1830, adoptó una postura contrarrevolucionaria en 1848, en la que comienza a emerger la clase obrera (ese año Marx publica su Manifiesto Comunista). Fue un autor políticamente comprometido.


La figura de la Libertad, (cuyas referencias a la escultura clásica podemos advertir en el tratamiento de los paños, la desnudez, la postura) porta dos símbolos revolucionarios: el gorro frigio y la bandera tricolor.  En segundo plano aparece Notre-Dame de París, en una de cuyas torres ondea la bandera revolucionaria.

La composición del cuadro es claramente piramidal, presentando muchas coincidencias con La Balsa de Medusa de Géricault, obra en la que posiblemente se inspira. Argan ha señalado que al igual que en la balsa, «el plano de apoyo es inestable, construido con vigas inestables (la barricada), y de esta inestabilidad nace y se desarrolla in crescendo el movimiento de la composición» que acaba culminando en una persona que agita algo, en el caso de la balsa un harapo y en este una bandera. No obstante, este mismo autor señala que aunque hay similitudes, también hay diferencias, y así en mientras que en la obra de Géricault el movimiento es de delante hacia atrás, en la Libertad es todo lo contrario (hacia el espectador). 


La obra está impregnada de movimiento no solo por los gestos dramáticos de los personajes, y por la composición en diagonales, sino porque los del primer plano avanzan sobre la quietud de los muertos que se encuentran en la base de la composición y todas las formas muestran ondulaciones que ponen de manifiesto la admiración del autor por Rubens. Por otra parte la luz lo refuerza, pues es una luz dramática y compleja, con zonas iluminadas y otras en penumbra, pero cuyo origen no se vislumbra. La figuras del primer plano aparecen iluminadas por un foco lateral, pero a su vez se recortan a contraluz sobre un fondo encendido, humeante y nuboso, que dota de más inquietud a la composición. 

La perfecta combinación de tema, movimiento, luz y color, junto a una pincelada suelta que en los planos posteriores (por ejemplo, los combatientes de detrás de la mujer) recuerdan a Goya, determinan que nos encontremos ante una obra y un autor de una tremenda trascendencia en la pintura contemporánea. Por otra parte su maestría en ordenar grandes composiciones como La muerte de Sardanápalo o la de esta obra, es también evidente. Delacroix, que tuvo una formación neoclásica, reaccionó contra el academicismo y llegó a convertirse en el culminador del romanticismo del que su amigo Géricault  fue iniciador.

Fuente: http://enciclopedia.us.es/index.php/La_Libertad_guiando_al_pueblo_(1830)


Para concluir puedes ver esta breve explicación:






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